miércoles, 26 de septiembre de 2012

Te acordás hermano, qué tiempos aquellos



Como en el 2010 el Peronismo tiene la oportunidad de generar una propuesta alternativa de recambio al kirchnerismo desde sus propias entrañas.

En aquel momento se dilapidó un heterogéneo pero ambicioso espacio con figuras con peso propio como Eduardo Duhalde, los hermanos Rodríguez Sáa, Carlos Reutemann y Mario Das Neves entre otros. La deserción del santafesino y el bochorno de la frustrada interna entre Duhalde y el “Alberto” otorgaron el certificado de defunción al grandilocuente Peronismo Federal, primera experiencia antiK medianamente estructurada desde el partido de gobierno.

Dos años después, y con motivo de un acto de reivindicación del ex Secretario General de la CGT, José Ignacio Rucci, pudo verse en un mismo escenario dirigentes justicialistas con posibilidades de recoger a los disconformes del modelo actual dentro de las filas del movimiento creado por Juan Perón.

Los protagonistas estelares en este caso fueron José Manuel de la Sota y Hugo Moyano, pero otroras exponentes de la experiencia anterior también se dieron cita en Retiro. Adolfo Rodríguez Sáa, Francisco de Narváez, Jorge Busti y duhaldistas como Carlos Brown y Eduardo Amadeo acercan un incipiente deja vú para el ocasional observador de nuestra actualidad política.

Lo distintivo en este momento es que la futura y posible coalición cuenta con alguien que decididamente tiene aspiraciones presidenciales manifiestas, obviamente De la Sota no es Reutemann, pero esto tiene sus pro y sus contras. El ex piloto de F1 tenía un nivel de aceptación muy elevado y no se encontraba salpicado por denuncias de corrupción. El cordobés ya en el 2003 tuvo que desistir su candidatura por no lograr repuntar en la consideración popular, y el oficialismo tiene cartas guardadas contra su gestión para arremeter contra él si efectivamente decide dar batalla.

El otro dato novedoso con respecto al 2010 es el potencial apoyo sindical que puede tener el nuevo nucleamiento. Con Moyano, Venegas y eventualmente Barrionuevo la potencialidad de movilización y aparato pueden ser determinantes para la futura contienda política.

Además a este esquema le faltan patas de la mesa, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma. En este sentido la necesidad de articulación de acciones y acuerdos con el Pro de Mauricio Macri, nuevamente estará a la orden del día.

Los votos de los porteños y los bonaerenses deberán ser traccionados y nada mejor que el ex presidente de Boca y Francisco de Narváez para cerrar tal círculo de poder. Y finalmente debe tenerse en cuenta también que en la provincia de Santa Fe ante la diáspora del ex reutemanismo, la figura de Miguel Del Sel cobra trascendencia a la hora de sumar porotos.

Todo es muy embrionario, pero las posibilidades de renacimiento de un espacio similar están, los errores del pasado como antecedentes también, por eso sólo falta una real vocación de poder de cara al 2015, para que la estación intermedia del año entrante, no diluya al sector y oferte una alternativa posible en términos electorales en la Argentina que se viene. Sólo el tiempo dirá.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Han recorrido un largo camino, muchachos



Desde su génesis como actores protagónicos de la historia argentina en la dorada época del peronismo fundacional de los 40, los dirigentes sindicales fueron adecuándose a las coyunturas domésticas con notable rapidez y plasticidad.

El movimiento obrero organizado mutó de columna vertebral de la revolución justicialista, a eje de la resistencia de los 18 años de exilio de Juan Domingo Perón. Pero, además fue promotor de bandadas de halcones y palomas aptas para todo momento y situación.

Así, las dictaduras militares conocieron tanto el poder bifronte de la combativa CGT de los Argentinos de Raimundo Ongaro conviviendo con la dialoguista CGT del lobo Augusto Timoteo Vandor, como la marquesina compartida entre la CGT Brasil de Saúl Ubaldini y la versión Azopardo de los permeables Jorge Triaca y Armando Cavalieri.

También abonaron la teoría que sostiene que cuando el peronismo está en la oposición se unen, pero cuando el presidente de turno llegó con la marcha y el escudo, inevitablemente se produce un nuevo cisma o división. Carlos Menem y Cristina Kirchner pueden dar fe de ello, así como los sufridos presidentes radicales que debieron soportar la presión monolítica del movimiento obrero organizado durantes sus breves mandatos.

Las políticas del ex caudillo riojano derivaron en las fracciones cegetistas encabezadas por Guerino Andreoni y Saúl Ubaldini en principio, y el advenimiento del MTA de Hugo Moyano y la CTA de Víctor De Gennaro por fuera de la estructura tradicional del sindicalismo peronista.

En tanto las desplegadas por Cristina Fernández de Kirchner permitieron prohijar la CGT Balcarce y otra opositora (moyanista), del mismo modo que  dividieron las aguas en la CTA, con Hugo Yasky y Pablo Miceli replicando la misma lógica de adhesiones. Pero las similitudes no terminan allí con los acontecimientos del pasado reciente ya que vuelve a hablarse de una remixada fórmula de triunvirato para la CGT con impronta K.

La poco convincente experiencia encabezada oportunamente por el líder camionero, el titular del sindicato de Obras Sanitarias José Luis Lingieri y la dirigente de Sanidad Susana Rueda, parece no desalentar la solución ideada por Gordos, independientes y ex moyanistas para la futura sucesión al frente de la principal Central de Trabajadores bendecida por la actual administración.

Por las dudas, mientras Moyano organiza la primer acción conjunta opositora con Pablo Miceli de la CTA disidente; Antonio Caló (UOM), Andrés Rodríguez (UPCN) y Héctor Daer (Alimentación) se prueban a su lado la ropa que el camionero va a dejar, pensando que quizás Azopardo al 800 se transforme pronto en su nuevo hogar.



viernes, 14 de septiembre de 2012

Imágenes paganas



Las asociaciones apresuradas con acontecimientos del pasado, generalmente terminan siendo erróneas. Las manifestaciones callejeras del jueves 13 de setiembre son muy recientes como para sacar conclusiones certeras sobre su origen, desarrollo y proyección futura.

No obstante lo cual un primer elemento novedoso fue el rol de las redes sociales en la génesis de una movilización espontánea en distintos puntos del país. La fluidez de las comunicaciones en la actualidad puede promover a acciones rápidas e impredecibles, sin necesidad de intermediación alguna de los factores tradicionales del poder.

Otro dato llamativo fue la ausencia de las fuerzas políticas en la organización del descontento popular de algunos sectores de la sociedad, tanto del oficialismo para contrarrestar la movida como de la oposición que no pudo montarse en los reclamos de quienes decidieron salir a la calle.

Los puntos oscuros, para analizar más detenidamente lo acontecido fue la heterogeneidad de las consignas, inseguridad, re-reelección, cepo cambiario, corrupción, inflación. No pudo determinarse con certeza cual de todas estas consignas fue la más convocante o la que originó la queja. Posiblemente un mix de varias de ellas contribuyó a la adhesión de distintos sectores de manifestantes.

También habría que hacer un análisis más fino, con respecto a las ubicaciones geográficas donde se produjeron las movilizaciones. La Ciudad de Buenos Aires es un territorio esquivo para el actual Gobierno Nacional, prueba elocuente de ellos fueron los dos mandatos consecutivos que obtuvo Mauricio Macri por el voto ciudadano. Lógicamente la ciudad de Córdoba fue otro de los lugares donde el descontento popular era previsible teniendo en cuenta la actual puja de fondos entre la Gobernación local y el Ejecutivo Nacional.

En Rosario, otra de las ciudades administradas por fuerzas no kirchneristas, donde la última competencia electoral estuvo restringida al FAP de Hermes Binner y la figura emergente de Miguel del Sel (PRO), demuestra que también era un lugar permeable para manifestaciones contrarias al Gobierno de Cristina Kirchner.

En síntesis, si bien es una señal clara que el oficialismo debería tomar en cuenta, no es una situación comparable a los históricos cacerolazos del 2001, y debería ser también un motivo de preocupación para la oposición, que no termina de anticiparse a los acontecimientos para construir una alternativa de poder de cara al 2015.

Lo cierto es que las medidas que se toman o que se omiten tienen correlato en la sociedad, que en consonancia con los signos de los tiempos que le toca vivir adquieren nuevas metodologías y utilización de nuevas herramientas, para un fin que tan añejo como legítimo. La posibilidad de ejercer el derecho de libre expresión y opinión, de eso se trata.

lunes, 27 de agosto de 2012

Atado a un sentimiento


Uno de los fenómenos propios de la restauración democrática de 1983 a la fecha fue el enamoramiento de los distintos Presidentes de la Nación hacia algunos de sus ministros, dotándolos a veces de superpoderes o delegación de temas que podían repartirse en varias carteras del Ejecutivo en una sola.

La tendencia la inició Raúl Alfonsín en los lejanos 80 cuando apostó fuerte en su ministro de Economía, Juan Vital Sourrouille padre junto a Roberto Frenkel y José Luis Machinea del famoso Plan Austral que cambiaba las reglas de juego en la materia tras los desaguisados del último gobierno militar. Si bien el técnico no era un hombre surgido de las tradicionales filas del partido de gobierno, encontró en Alfonsín el respaldo absoluto para implementar sus ideas en la realidad argentina de entonces. No fueron pocas las críticas que tuvo que afrontar el caudillo de Chascomús por apoyar las políticas económicas de su delfín, dentro y fuera de la UCR. No obstante lo cual su obstinación fue la regla.

En el plano político, tuvo la misma actitud al otorgar extremo poder, en este caso desde las sombras, a Enrique “Coti” Nosiglia, quien fue protagonista de cuanto operatoria del gobierno viese la luz. Era uno de los jóvenes brillantes de la Junta Coordinadora radical, que con paciencia de hormiga ubicaba a hombres de su confianza en los distintos estamentos gubernamentales y legislativos que se les presentaba. Quizás en este punto, y no es el único, estemos en presencia de un deja vú.

Sobre el final de su gobierno, al líder radical se le fueron los principales resortes del poder de las manos y encumbró en forma adelantada la llegada de Carlos Menem a la Rosada. Y más allá a los estilos diametralmente opuestos entre el riojano y su antecesor,  hubo puntos en común entre ambos. Y fue precisamente el deslumbramiento por las cualidades técnicas de otro superministro, en este caso Domingo Felipe Cavallo. El autóctono mediterráneo se tranformó en la otra cara de la medalla de poder menemista y junto al también superpoderoso, Roberto Dromi, produjeron la reforma conservadora más impactante de las últimas décadas. Convertibilidad, privatizaciones y negociados varios fueron moneda corriente de la década del riojano en el poder, que sostuvo a sus elegidos hasta el cumplimiento de sus ocultos objetivos, muy lejanos de sus difusas promesas del salariazo y la revolución productiva en tiempos preelectorales.

Con la derrota del menemismo en su intento de perpetuarse en el poder (otro deja vú?), la prometedora Alianza entre la UCR y el FREPASO, duró lo que la luz de un fósforo al no superar la profunda contradicción interna entre el más conservador de los hijos del radicalismo como De la Rúa, y el supuesto adalid del progresismo y de la nueva política, Carlos “Chacho” Alvarez. Pero aún en sus diferencias también abrevaron de las mismas aguas que los anteriores y se ataron a otro sentimiento, cuando todo se derrumbaba por errores propios, por el concierto internacional desfavorable y por la ayudita de algunos amigos del principal partido opositor (léase PJ y algunas expresiones gremiales); los aliancistas recurren paradójicamente a Domingo Cavallo.

El final es trágicamente conocido por todos: muerte, helicóptero y siete presidentes provisionales en una semana son postales difíciles de olvidar. Con la llegada de Eduardo Duhalde otra vez un técnico cobra relieve en momentos de crisis, Roberto Lavagna comienza una tarea de reconstrucción económica que durante un tiempo también respertaría su sucesor Néstor Kirchner.

Pero los aires del sur trajeron otros protagonistas para manejar las principales áreas con manejo de amplios recursos, llegaba Julio De Vido para convertirse en el funcionario más influyente en la gestión del santacruceño. Y así fue hasta la desaparición del fogoso mandatario, momento en que comenzaría la lenta pero firme tupacamirización del otrora hombre fuerte del kirchnerismo.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner intentaría generar su propia tropa con nuevos jóvenes brillantes. Es la hora de la temible Cámpora, con más voracidad que la Coordinadora radical de los 80, y aparece una nueva figura fulgurante en el cielo cristinista: Axel Kiciloff. 

Es el turno de un nuevo representante de los designios presidenciales de la restauración democrática. Así YPF, Aerolíneas, el control de empresas energéticas, etc. pasan a engrosar las áreas de ingerencia del ¿nuevo? Sourrouille o Cavallo. En la misma línea de preferencia, pero en materia política Juan Manuel Abal Medina crece en paralelo proceso de acumulación de poder pero desde la trinchera a diferencia del Nosiglia de Alfonsín.

Por todo esto y ante los desgraciados antecedentes históricos, esperemos que los resultados en la actualidad sean distintos, a pesar del fuerte aroma a deja vú que nos traen cotidianamente.

jueves, 23 de agosto de 2012

Los salieris de Eliade (o el mito del eterno retorno)


Lejos de la intención de abrumar con conceptos filosóficos o poner en un pie de igualdad a representantes de nuestra política vernácula con pensadores de la talla de Mircea Eliade; la mención a este precepto intenta reflexionar sobre los recurrentes intentos de algunas figuras por acceder a convertirse en candidatos a los máximos niveles de conducción de la Nación o la Ciudad de Buenos Aires en las últimas décadas.

En este sentido, el que lleva amplia ventaja en estas lides es el “gallego cordobés”, el actual gobernador José Manuel De la Sota. Su primera y lejana primera vez, fue durante la primavera de la Renovación Peronista de los 80, aquella task force que comandaban Antonio Cafiero, Carlos Grosso y, aunque ahora parezca mentira, el mismísimo Carlos Sául Menem. Los cruzados contra la ortodoxia representada por Vicente Saadi, Lorenzo Miguel y otros exponentes del feudalismo autóctono de aquellas épocas, propugnaban un cambio de metodología y un estado de discusión y debate interno para reformular la relación del PJ con la sociedad toda.

Cuando llegó la hora de la verdad en el bunker renovador, y se veía próxima la posibilidad de llegar al poder, tanto el ex ministro lactante de Perón como el émulo de Facundo Quiroga decidieron dirimir sus aspiraciones en una interna histórica, la única real durante la restauración democrática, en la cual las fórmulas se completaron con José Manuel De la Sota y Eduardo Duhalde respectivamente. Para sorpresa de muchos y para el acierto de pocos, el tándem Menem-Duhalde sería el primer revés que recibió el tres veces gobernador de la docta en sus deseos de llegar a los primeros niveles de la conducción del país.

Con el fin de la renovación, un paso fugaz por la embajada de Brasil como premio consuelo durante el menemismo, y una banca en el Senado de la Nación en 1995, el cordobés se recluyó en su pago chico con el firme objetivo de convertirse en el vengador justicialista tras las gestiones radicales en su provincia. Y tras mucho esfuerzo, no sólo lo consigue sino que repetirá dos veces más su mandato, dotándolo de una experiencia de gestión más que importante para quien pretende ocupar el sillón de Rivadavia.

Pero el destino le tenía preparada otra oportunidad en el fragor de la Argentina post 2001. El entonces Presidente Duhalde, ante la imposibilidad de extender su morada en Balcarce 50, vió en su viejo rival del 88 a un posible candidato de cara al escenario electoral del 2003, donde también comenzaba a perfilarse en la pelea Néstor Carlos Kirchner, entre otros. Quiso el destino también, encuestas mediante, que no tuviera la proyección popular deseada y terminara siendo el santacruceño el recipiendario de la esperanza de los argentinos tras tocar fondo, corralito y corralón mediante.

Hoy, en momento en que muchos vislumbran el ocaso del proyecto de Néstor y Cristina, el cordobés errante vuelve a calzarse los guantes de box para dar la tercera batalla, quizás la final, por incorporar su nombre en la larga lista de mandatarios que ha tenido nuestro sufrido país. Su actual arremetida contra el pacto fiscal, el reclamo judicial por el reintegro de aportes de la coparticipación federal y el encuentro con referentes de la oposición como Mauricio Macri son síntomas elocuentes de un reposicionamiento del tenaz dirigente justicialista con miras a su objetivo de máxima.

Pero De la Sota no es el único representante de los cultores del eterno retorno. De esta aguas también abrevan Elisa Carrió y Fernando “Pino” Solanas. Son varios los allegados de los referentes en cuestión que quieren reciclar sus figuras de cara a las elecciones del 2013, en especial en la Ciudad de Buenos Aires; donde el kirchnerismo no termina de hacer pié ni encuentra quien pueda encarnar con posibilidad de éxito la contienda.

Ambos han tenido ambiciones presidenciales frustradas, y tuvieron que descender a la pelea porteña más por necesidad que por convicción. Sin embargo, en tiempos de vacas flacas, son muchos quienes golpean nuevamente a las puertas de estos dirigentes de conductas irreprochables. Pero, más allá de haber transitado con suerte dispar ámbitos deliberativos, no tienen real experiencia de gestión para mostrar, y es esto en definitiva el principal déficit que no pueden superar hasta el momento. No obstante lo cual, es probable que intenten volver a empezar.

martes, 24 de julio de 2012

La única verdad es la realidad

En lo que va del año asistimos al despliegue de fuerzas y estrategias de confrontación donde sólo cambiaban los escenarios y los protagonistas.

Así fuerzas leales de la Nación realizaron campañas contra los insurrectos de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, donde seguridad, transporte, y recursos económicos fueron los estandartes de una cruzada donde difícilmente se hallen vencedores, y los vencidos sean la resultante más elocuente de enfrentamientos surgidos de las esferas del poder.

Relato oficial, cadena del miedo y el desánimo, eufemismos grandilocuentes que sólo sirven para ocasionarle más problemas cotidianos a quienes solo ofician de jamón del sándwich en este juego. Corporaciones y monopolios en pugna por acaparar voluntades y escuchas. Presupuestos utilizados como mecanismos de premios y castigos, supuestos representantes de trabajadores que se desenvuelven como los mejores exponentes de la patronal en puja por alojarse en la vereda del sol oficial o en las huestes de futuros aspirantes a recambio en la dorada cúspide.

Mientras tanto se suceden escenas de la vida cotidiana: tragedia de Once, aguinaldos atrasados, aumentos en subtes, impuesto a las ganancias para quienes trabajan por un salario, todas variables de ajuste para quienes son en definitiva los que debiesen ser recipiendarios de los beneficios de gobernantes y legisladores. Son las paradojas de la democracia, pero cuidado, siempre preferibles y pasibles de modificar para el desencanto de los nostálgicos de dictaduras y genocidios.

Por eso, ante la proximidad del 2013 y un acto eleccionario de por medio, atención electores y potenciales elegidos y recuerden siempre aquel viejo apotegma que sentenciaba que la única verdad es la realidad, y además…está a la vista de todos.

martes, 17 de julio de 2012

Comunas de la Ciudad: Luces y sombras

Luego de haber atravesado poco más del primer semestre de la asunción de las Juntas Comunales en nuestra Ciudad, se puede comenzar a realizar algunas consideraciones en cuanto a su ¿funcionamiento?

Desde el inicio los nuevos cuerpos colegiados encontraron limitaciones de origen como fue la temprana creación de las denominadas Unidades de Atención Ciudadana (UAC) que aglutinaron la mayoría de los trámites y cuestiones administrativas de los antiguos Centros de Gestión y Participación Ciudadana (CGPC) licuándole de poder desde el arranque de la nueva modalidad.

La otra variable obstructiva, y la principal en términos de gestión real, fue la desfinanciación de las Juntas, lo que no les permite tener los recursos necesarios para la tarea cotidiana y la postergación de la afectación del presupuesto en forma descentralizada en cada una de las Comunas en las que se dividió la Ciudad. Si en muchos casos no se contó siquiera con dinero para útiles de librería, que se podía esperar para la ejecución concreta de acciones en los territorios para mejorar la vida de los vecinos a quienes representan los comuneros.

Pero también se debe rescatar algunos aspectos para no tornar tan agorero el panorama, aunque la dimensión de los mismos no guarde relación con las expectativas fundadas o no, que se tenían previamente de la nueva etapa institucional del proceso de descentralización porteño.

La concurrencia de vecinos en organizaciones comunitarias o a título personal con todo el bagaje de iniciativas, reclamos y participación desplegado en los distintos Consejos Consultivos es una primera variable positiva a colocar en la construcción del embrionario balance de ¿gestión? del proceso de implementación de las Comunas. Por otro lado la aparición de propuestas legislativas que comienzan a tener en cuenta su existencia y opinión; pueden constituir el comienzo del cambio necesario y deseable.

En este sentido se puede tomar como un síntoma de esta tendencia los proyectos de María Elena Naddeo (Frente Progresista y Popular) y José Luis Acevedo (PRO), que a pesar de contener posturas ideológicas opuestas y más allá de los aspectos a debatir en sus contenidos; consideran o incluyen a los nuevos actores políticos-administrativos en cuestiones vinculadas a la gestión de la cosa pública de nuestra Ciudad.

En el primer caso al solicitarle a las Juntas Comunales y Consejos Consultivos opinión sobre la utilización social de inmuebles ociosos o desocupados en materia de actividades educativas, sanitarias, culturales, o de recreación en orden a las necesidades manifiestas o relevadas en cada Comuna. En la otra iniciativa se contempla la confección de un informe vinculante de las unidades de gestión político-administrativas sobre la concesión de módulos de servicios sanitarios, estaciones de vida saludable y sectores de expendio de alimentos y bebidas en espacios verdes públicos de gran porte.

Como todo proceso de cambio, conviven marchas y contramarchas; luces y sombras; pero frente a la inercia o boicot de funcionarios y legisladores de turno, la constancia y la voluntad de vecinos, ongs, y medios de comunicación social pueden transformarse quizás en garantes de futuras acciones en la materia.