Como en el 2010 el Peronismo
tiene la oportunidad de generar una propuesta alternativa de recambio al
kirchnerismo desde sus propias entrañas.
En aquel momento se dilapidó un heterogéneo pero ambicioso espacio con figuras con peso propio como Eduardo
Duhalde, los hermanos Rodríguez Sáa, Carlos Reutemann y Mario Das Neves entre
otros. La deserción del santafesino y el bochorno de la frustrada interna entre
Duhalde y el “Alberto” otorgaron el certificado de defunción al grandilocuente
Peronismo Federal, primera experiencia antiK medianamente estructurada desde el
partido de gobierno.
Dos años después, y con
motivo de un acto de reivindicación del ex Secretario General de la CGT, José
Ignacio Rucci, pudo verse en un mismo escenario dirigentes justicialistas con
posibilidades de recoger a los disconformes del modelo actual dentro de las
filas del movimiento creado por Juan Perón.
Los protagonistas estelares
en este caso fueron José Manuel de la Sota y Hugo Moyano, pero otroras
exponentes de la experiencia anterior también se dieron cita en Retiro. Adolfo
Rodríguez Sáa, Francisco de Narváez, Jorge Busti y duhaldistas como Carlos Brown y Eduardo
Amadeo acercan un incipiente deja vú para el ocasional observador de nuestra
actualidad política.
Lo distintivo en este momento es que la futura y posible coalición
cuenta con alguien que decididamente tiene aspiraciones presidenciales manifiestas, obviamente De la Sota no es Reutemann, pero esto tiene sus pro y sus contras. El
ex piloto de F1 tenía un nivel de aceptación muy elevado y no se encontraba
salpicado por denuncias de corrupción. El cordobés ya en el 2003 tuvo que
desistir su candidatura por no lograr repuntar en la consideración popular, y
el oficialismo tiene cartas guardadas contra su gestión para arremeter contra
él si efectivamente decide dar batalla.
El otro dato novedoso con respecto al 2010 es el potencial apoyo sindical que puede tener
el nuevo nucleamiento. Con Moyano, Venegas y eventualmente Barrionuevo la
potencialidad de movilización y aparato pueden ser determinantes para la futura contienda política.
Además a este esquema le faltan
patas de la mesa, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma.
En este sentido la necesidad de articulación de acciones y
acuerdos con el Pro de Mauricio Macri, nuevamente estará a la orden del día.
Los votos de los porteños y
los bonaerenses deberán ser traccionados y nada mejor que el ex presidente de
Boca y Francisco de Narváez para cerrar tal círculo de poder. Y finalmente debe
tenerse en cuenta también que en la provincia de Santa Fe ante la diáspora del
ex reutemanismo, la figura de Miguel Del Sel cobra trascendencia a la hora de
sumar porotos.
Todo es muy embrionario, pero
las posibilidades de renacimiento de un espacio similar están, los errores del
pasado como antecedentes también, por eso sólo falta una real vocación
de poder de cara al 2015, para que la estación intermedia del año entrante, no
diluya al sector y oferte una alternativa posible en términos electorales en la
Argentina que se viene. Sólo el tiempo dirá.